Romina cree encontrar la solución a su vida llena de reglas, y es viviendo con su papá; sin embargo, al llegar a su departamento todo es muy diferente. Duerme en el sillón y su papá le deja hacer lo que ella quiere. Romina cree que el mudarse con su papá es la mejor decisión que ha tomado en su vida, pero todo cambiará cuando él la deje hacer su fiesta de cumpleaños sin supervisión de adultos en su departamento.